Lcda. Lucia Villamarín
Prof. Rosa Herrera
Lcda. Dilia Aguilar
Prof. Leidy Alvarado
Lcda. Mónica Alvarado
Desde
tiempos remotos el conocimiento ha generado interés en los grandes filósofos
que han tratado de comprender como se genera el mismo, logrando crear distintas
corrientes filosóficas que lo fundamentan diversos criterios teóricos de la
investigación. Es a partir de la Edad Moderna que el conocimiento aparece como
una disciplina autónoma capaz de generar su estudio epistemológico y
gnoseológico fundamentándose en las diferentes líneas del pensamiento que nos
permiten entender como el ser humano adquiere su conocimiento según su postura
y criterio propio frente al medio que le rodea de acuerdo a su interés y
motivación.
La
Epistemología nos permite conocer las diferentes formas, tomando en cuenta una
serie de elementos que esclarifican el entendimiento. Cada persona tiene su
propia forma de aprender y de conocer el mundo de acuerdo a su esencia, pudiera
ser dogmatico, pragmático o criticismo, pudiendo escoger un conocimiento
empírico, racional apriorismo según sus necesidades.
Ahora
bien, cuando hablamos de los modelos epistemológicos, encontramos que el
positivismo surge como una doctrina que busca comprobar científicamente los
hechos que acontecen en la humanidad y la naturaleza. Unificando diversos
conocimientos bajo una teoría de lo realmente comprobable, lo importante es el
aspecto teórico-práctico dejando de esta manera relegada la teoría de la
metafísica y la teología.
Mientras
que en neopositivismo es la filosofía que se fundamenta en la ciencia pura, dictaminan
además que las ciencias empíricas y positivas deben ser liberadas de toda
metafísica y estudiada rigurosamente y experimentalmente.
En
conclusión, estos modelos epistemológicos incluyendo el logicismo, conllevan a
la comprobación de los hechos mediante el pensamiento lógico-empírico y
racional que permiten cuantificar el objeto de estudio.
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